Son las 5 de la mañana y un joven luchador, lleno de sueños, se prepara para su día a día cargado de emociones, y es que ni el cansancio, ni mucho menos las adversidades, son capaces de arrebatarle las ganas de luchar.
Luis Torrecillas es estudiante de la carrera de Gastronomía y Arte Culinario del Instituto Continental y dueño del restaurante “La casa de Koko”, donde aplica todo lo aprendido en su alma mater.
Luis, que con amor y paciencia, administra el restaurante que heredó de sus padres, nos comenta lo feliz que se siente al ver que sus clientes se van satisfechos después de haber degustado los platos ofrecidos en “La casa de Koko”. Siendo este el motor para seguir innovando en su cocina, teniendo como meta especializarse en comida típica a base de cuy. “Quiero que el restaurante se dedique a preparar platos a base de cuy”.
¿A base de cuy? Sí, señores. Será que podemos encontrar en esta ciudad un rico cuy deshuesado, cuy a la caja china o un ají de cuy. “Quiero enriquecer mi menú”, y es que simplemente las ganas de emprender corren por las venas de nuestro chef innovador.
Pero para poder alcanzar sus metas, Lucho trabaja arduamente a diario, porque tiene claro que sin sacrificio no hay gloria, y no sólo eso, cree firmemente que el trabajo en equipo es la clave para llegar al éxito, por lo que comparte con sus colaboradores actividades diversas, fortaleciendo lazos estrechos de amistad y compromiso con la empresa.
Y es así, como vemos a un joven que no se cansa de luchar día a día por alcanzar sus sueños.